¡¡SALVADOS POR LA FIRMA!!!
Actualmente firmamos multitud de contratos de adhesión, aquellos redactados unilateralmente por una de las partes sin que se pueda negociar o cambiar nada. Con los bancos, compañías de seguros… Al leerlos resulta sorprendente, como aprovechan para colarnos cuestiones que, o bien nada tienen que ver con lo que se está contratando, o que excede de lo contratado. Así por ejemplo hemos visto en este despacho, un contrato de préstamo bancario metido dentro de un simple contrato de cuenta corriente, o contratos donde se aprovecha para colar una autorización para que se mercadee con nuestros datos personales. Y qué podemos hacer sino queremos eso, pero si el resto del contenido. Pues bien, fácil salvar con la firma lo que no se acepta. En el primer ejemplo se indicó al cliente que firmara el contrato indicando que “no quiero ningún préstamo a menos que expresamente lo pida por escrito”, o en el segundo, “no autorizo cesión de datos a terceros salvo para cumplimiento de obligación legal o contractual”. Por supuesto, leer todo antes de firmar es un imperativo necesario.